CAPITULO VIII

 Capítulo 8: La mujer fiera

La mujer fiera

La palabra "fiera" proviene del latín "fera," que significa "animal salvaje." En el uso cotidiano, se refiere a un animal que una vez fue domesticado y ha regresado a su estado salvaje. La mujer fiera tiene un profundo anhelo por lo espiritual y, a veces, consume cualquier cosa que parezca satisfacer su alma, aunque sea venenosa. Algunas mujeres fieras logran evitar las trampas a tiempo y solo sufren pequeños daños, mientras que otras caen en ellas, pierden la conciencia temporalmente o se lastiman gravemente antes de poder escapar y sanar en soledad.

Las zapatillas rojas

Una niña huérfana y pobre se hizo unas zapatillas rojas con trapos. Una anciana rica la adoptó y le dio ropa nueva, quemando sus viejas zapatillas. La niña, aunque triste, aceptó su nueva vida. Un día, la anciana le compró unos zapatos rojos para su confirmación, sin percatarse del color. Los zapatos brillaban intensamente y atraían todas las miradas, lo que aumentaba el encanto que sentía la niña por ellos. A pesar de las advertencias, los volvió a usar para ir a la iglesia, donde un soldado cojo la incitó a bailar. La niña comenzó a bailar sin poder detenerse, atrapada por los zapatos que no podía quitarse. Finalmente, pidió a un verdugo que le cortara los pies para detener el baile. Los zapatos siguieron bailando con los pies dentro, y la niña, ahora tullida, se convirtió en sirvienta y nunca más deseó unos zapatos rojos.

La pérdida brutal en los cuentos de hadas

El cuento de "Las zapatillas rojas" revela una profunda verdad psicológica: una mujer puede perder su esencia y alegría por halagos engañosos o amenazas, a menos que mantenga su espíritu instintivo y salvaje. La historia advierte sobre las trampas y peligros que enfrentamos cuando buscamos desesperadamente nuestra verdadera alma. La niña del cuento pierde las zapatillas rojas que ella misma había hecho, simbolizando la transición de una vida psíquica miserable a una existencia apasionada y autodiseñada. Estas zapatillas representan un avance hacia la integración de la naturaleza femenina creativa en la vida cotidiana. El símbolo de los zapatos actúa como una metáfora psicológica, ya que protegen y sostienen nuestros pies, que en el simbolismo arquetípico representan la movilidad y la libertad. Sin "zapatos psíquicos," una mujer no puede enfrentar los desafíos que requieren agudeza, sensatez, prudencia y resistencia. El color rojo de los zapatos subraya que vivir una vida vibrante implica sacrificios, ya que la vida y el sacrificio están intrínsecamente relacionados.

Las trampas

Trampa 1: La carroza dorada, la vida devaluada

El carruaje en "Las zapatillas rojas" simboliza el estado de ánimo central de la psique que nos transporta de un lugar a otro, representando la seducción de una vida aparentemente más fácil y cómoda. La niña es atraída a una prisión dorada por el brillo superficial del carruaje. Este deseo de simplificar la vida puede llevar a sacrificar la auténtica satisfacción y creatividad por comodidad, lo que resulta en la pérdida del alma y un hambre espiritual.

Trampa 2: La anciana reseca, la fuerza de la senescencia

Cuando la niña es llevada a la casa de la anciana, queda atrapada en una vida restringida por los valores rígidos de la anciana, que representa el guardián de la tradición colectiva. Esta situación ilustra cómo una actitud senescente puede destruir la creatividad y la innovación. El desafío es resistir la tentación de conformarse con los valores colectivos que no apoyan nuestra autenticidad y creatividad.

Trampa 3: La quema del tesoro, el hambre del alma

Las zapatillas rojas, hechas a mano con dedicación, simbolizan la alegría y la vida apasionada. Cuando una mujer cede a la presión externa y abandona sus valores auténticos, arrojando estas zapatillas al fuego destructor, su espíritu se debilita, llevando a una vida vacía y un profundo hambre del alma. Este tipo de hambre puede llevar a comportamientos extremos y autodestructivos.

Trampa 4: La lesión del instinto de conservación, la consecuencia de la captura

El instinto es una fuerza interna que guía a los seres humanos hacia una conducta integral. La niña, arrancada de su entorno natural y llevada a un nuevo ambiente, pierde su individualidad y su impulso de desarrollo. La represión de la creatividad puede resultar en una depresión, una "trampa" psicológica que atrapa el espíritu de la mujer. El instinto creativo es vital para mantener una vida plena y significativa.

Trampa 5: El subrepticio intento de llevar una vida secreta, de estar dividida en dos

En culturas antiguas, los pigmentos rojos eran un rito de iniciación esencial para las muchachas, simbolizando el poder reproductivo y sexual. El deseo voraz de la niña por una vida del alma la lleva a robar los zapatos rojos en secreto. La represión de instintos y sentimientos positivos y negativos lleva a que estos habiten en un reino de sombras, creando desequilibrio y destruyendo la vida de los individuos.

Trampa 6: El temor ante lo colectivo, la rebelión de la sombra

La colectividad a veces presiona a una mujer para que sea "santa," instruida y políticamente correcta, sacrificando su autenticidad para evitar el exilio. Esta conformidad puede poner en peligro su vida salvaje. La sociedad aún maldice a la mujer salvaje cuando se comporta según su alma natural, y las conductas consideradas "incontroladas" siguen siendo motivo de rechazo.

Trampa 7: La simulación, el intento de ser buena, la normalización de lo anormal

Cuando una mujer "es buena," cierra los ojos a lo que es perjudicial a su alrededor y simplemente "aguanta." Este estado anormal daña sus instintos de reaccionar y corregir lo que está mal. Normalizar lo anormal hace que el espíritu se hunda en la complacencia y la ceguera, impidiendo la defensa de la vida del alma contra las influencias invasoras.

Trampa 8: La danza descontrolada, la obsesión y la adicción

El viejo de la barba pelirroja incita a la niña a bailar, pero no puede detenerse. Tanto la anciana como la niña están separadas del instinto y el sentido común. La adicción comienza cuando una mujer pierde su vida hecha a mano y se obsesiona por recuperar algo similar. La niña pierde su capacidad de discernimiento y comprensión, entregándose a una obsesión que destruye su vida.