CAPÍTULO II

BARBA AZUL

En este capítulo se aborda la figura de un depredador que frecuentemente invade los sueños de las mujeres, interrumpiendo sus planes más espirituales y significativos. Este depredador desconecta a la mujer de su naturaleza instintiva y, una vez que cumple su propósito, la deja insensibilizada y agotada, con sus ideas y sueños esparcidos a sus pies y desprovistos de vida. La historia de Barba Azul ilustra cómo las apariencias o comportamientos pueden ser engañosos. Al principio del relato, Barba Azul trata de llamar la atención de tres hermanas, pero solo la más joven le presta atención. Al principio, todo parece perfecto hasta que Barba Azul se ausenta y le deja a su esposa las llaves de la casa. Ella puede abrir cualquier puerta, acceder a la despensa e incluso a las habitaciones con dinero, pero no debe usar una pequeña llave. Sin embargo, al abrir la puerta con la llave prohibida, la esposa descubre los cadáveres de las anteriores esposas de Barba Azul, manchando la llave de rojo. Al descubrir la traición, Barba Azul se enfurece e intenta matarla, pero la mujer logra defenderse con la ayuda de sus hermanas y acabar con su marido.

EL DEPREDADOR NATURAL DE LA PSIQUE  

En esta parte del cuento, Barba Azul se presenta como un depredador, alguien que espera que la mujer sea inocente e ingenua, actuando conforme a sus deseos. Sin embargo, la historia destaca que una mujer no puede vivir plenamente sin ser consciente de los peligros. Debe explorar los rincones oscuros de su mente para crecer y desarrollarse. Para contener al depredador natural de la psique, es esencial que las mujeres mantengan todas sus facultades instintivas, como la perspicacia, intuición, resistencia, capacidad de amar tenazmente, percepción aguda, previsión, agudeza auditiva, y habilidades intuitivas de sanación y de cuidado de sus hogueras creativas.

EL PROBLEMA DE BARBA AZUL

El cuento de Barba Azul plantea un problema: en lugar de potenciar las jóvenes fuerzas femeninas de la psique, el protagonista está lleno de odio y busca destruir esas luces. El mensaje es que todas las criaturas deben aprender sobre la existencia de depredadores; sin este conocimiento, una mujer no podrá atravesar su propio bosque sin ser devorada. Comprender al depredador implica convertirse en un ser maduro que no es vulnerable por ingenuidad, inexperiencia o imprudencia, simbolizando la importancia de la curiosidad, valentía y exploración en el crecimiento personal y liberación de la mujer salvaje que reside en cada una.

LAS MUJERES INGENUAS COMO PRESA 

Esta sección se refiere a las mujeres jóvenes (como la hermana menor o la esposa de Barba Azul) que pueden ser fácilmente capturadas por depredadores debido a su ingenuidad y falta de confianza en sus instintos. A menudo se les enseña a ser amables y bien portadas, lo que las hace vulnerables a ser alejadas de sus ideas, sentimientos y acciones por aquellos que buscan aprovecharse de su inocencia. Esta vulnerabilidad es peligrosa, ya que el depredador, aunque anhela la luz, puede destruir a la presa.

LA LLAVE DEL CONOCIMIENTO: LA IMPORTANCIA DEL RASTREO 

La "llave del conocimiento" es una metáfora que representa la capacidad de las mujeres para rastrear y seguir sus instintos naturales. Esta habilidad de rastreo permite a las mujeres conectarse con su sabiduría interior y su fuerza salvaje. Recuperar esta capacidad de rastreo es fundamental para que las mujeres reclamen su poder y autenticidad. Siguiendo los rastros de su naturaleza instintiva, las mujeres pueden liberarse de las limitaciones impuestas por la sociedad y vivir de acuerdo a su verdadero ser.

EL NOVIO ANIMAL 

El "novio animal" es un personaje recurrente en los cuentos de hadas, que representa algo perverso disfrazado de algo benévolo. Este personaje suele ser un animal que se transforma en un ser humano, generalmente un hombre, y se enamora de una joven. Sin embargo, su naturaleza animal sigue siendo peligrosa y puede manifestarse en momentos inesperados. Este personaje simboliza, en los sueños femeninos, la sensación de que las cosas no son tan bonitas como parecen y advierte sobre la discrepancia entre los deseos interiores y las acciones exteriores.

EL RASTRO DE LA SANGRE

El "rastro de la sangre" simboliza la sangre arterial del alma, manchando tanto el vestido que lleva como todos los vestidos del armario. El vestido puede representar la presencia exterior, la máscara que una persona muestra al mundo. Tanto hombres como mujeres pueden ofrecer una fachada casi perfecta. En el libro, se sostiene que este rastro de sangre es una habilidad ancestral que permite a las mujeres conectarse con su sabiduría interior y fuerza salvaje. Al seguir sus ciclos, las mujeres pueden rastrear sus propios pensamientos, sentimientos y deseos, desvelando así los secretos de su psique profunda.

RETROCESOS Y SERPENTEOS

"Retrocesos y serpenteos" se refiere a los momentos en que las mujeres experimentan retrocesos o regresiones en su proceso de crecimiento y sanación. Aquí se explica que los retrocesos son una parte natural del camino hacia la recuperación de la sabiduría y la fuerza interior femenina. Se compara con una serpiente que se desliza hacia atrás antes de avanzar. Las mujeres a menudo experimentan momentos de duda y miedo. Cada retroceso brinda la oportunidad de examinar sus miedos, procesar emociones dolorosas y fortalecer su determinación para seguir adelante.

EL GRITO

Cuando Barba Azul llama a gritos a su mujer y ella desesperadamente intenta ganar tiempo, está realmente tratando de acumular energía para vencer al depredador. Este momento refleja la gran angustia y desesperación que experimentan las mujeres en su proceso de recuperación de la sabiduría y fuerza interior femenina. El grito surge cuando las mujeres enfrentan los miedos, traumas y limitaciones impuestos por la sociedad. Es un grito de dolor, pero también de liberación, marcando el inicio de un proceso de transformación y sanación.

LOS DEVORADORES DEL PECADO

En la fase final del cuento, el cuerpo de Barba Azul es abandonado para que los devoradores de carne, como los cormoranes, aves de presa y buitres, se lo lleven. En la antigüedad, se creía en almas devoradoras de pecados, personificadas por espíritus, pájaros, animales y a veces humanos que, como chivos expiatorios, asumían los pecados de la sociedad, permitiendo que las personas se purificaran y redimieran. Se refiere a personas a quienes se les pagaba o se les ofrecían alimentos para cargar con las ofensas morales de los fallecidos. Las mujeres a veces cargan con las culpas y pecados de otros, especialmente de los hombres, en su proceso de recuperación de la sabiduría y fuerza interior femenina. Este cuento enseña a las mujeres a dejar de ser "devoradores de pecados" y a enfocarse en recuperar su propia vitalidad y poder.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿CUAL ES TU REALIDAD?-MATRIX

Pato Donald la cara de la “inocencia”

la psicologia del engaño